La tasa de empleo en Colombia es medida por el DANE a través de la Encuesta Continua de Hogares que se realiza para 23 ciudades y áreas metropolitanas del país. A través de esta medición se conoce el tamaño y estructura de la fuerza de trabajo de la población, determinando variables sociodemográficas como educación, sexo, estado civil, tasa de desempleo, tasa de ocupación, tasa de subempleo, rama de actividad, profesión e ingresos, entre otras.
La tasa de desempleo se calcula dividendo el número total de desempleados entre la población activa (ocupados + desempleados) y multiplicando el resultado por 100. De esta forma, la tasa de desempleo mide el porcentaje que representa el número total de desempleados con respecto a la población activa.
Así mismo, la Tasa Global de Participación –TGP es la relación porcentual entre la población económicamente activa y la población en edad de trabajar. Este indicador refleja la presión de la población en edad de trabajar sobre el mercado laboral. En este sentido, para el total nacional en el 2022, la Tasa Global de Participación (TGP) se ubicó en 63,6%, la Tasa de Ocupación (TO) en 56,5% superando los niveles previos a la pandemia y la Tasa de Desocupación (TD) promedio fue del 11,2%, en contraste con el 13,7% del 2021.
En el caso de Riohacha la tasa global de participación fue la más baja de la región Caribe y se ubicó en el 60,7% (disminuyendo 1,7 puntos porcentuales frente a 2021). Por otro lado, la fuerza laboral fue de 65 mil personas, disminuyendo 0,67% frente al año anterior, en contraste la población fuera de la fuerza laboral se incrementó en un 6,9%. Así mismo, la tasa de ocupación fue del 51,1% (0,1 punto porcentual menos que en el 2021), siendo la población de ocupados 54 mil personas y la tasa de desocupación fue la segunda más alta de las siete capitales de la región caribe (después de Valledupar con 16,1%) y la séptima más alta del total de 32 ciudades y área metropolitana con un 15,8% (disminuyó 2,2 puntos porcentuales con respecto al 2021), con una población desocupada de 10 mil personas.
A pesar de que a nivel nacional hubo una recuperación del empleo (relativa porque la tasa de desempleo sigue siendo de dos dígitos), en Riohacha hubo una reducción del mercado laboral, donde no sólo hubo una alta tasa de paro sino también se presentó una reducción significativa de la fuerza laboral y las brechas en la tasa de paro, con respecto a la nacional que fue de 5,5 puntos porcentuales, en el 2022, situación que puede agravarse considerablemente ya que las previsiones de crecimiento para el 2023 son poco optimistas debido a las altas probabilidades de recesión en Europa y los Estados Unidos, a las políticas monetarias contractivas (aumento de la tasas de interés para desincentivar la demanda agregada y así reduzca la inflación) y a los shocks de demanda como la pérdida de poder adquisitivo de los actores económicos y la coyuntura de espiral inflacionaria (inflación nacional de 13,12% para el 2022, la más alta desde 1999) y a la adaptación de los mercados en cuanto a recuperación económica luego de la pandemia, debido a que se cree que será más lento.
Así mismo, según cifras mes a mes del DANE, para el 2022, el ritmo de recuperación del empleo fue cada vez más lento. Según las previsiones, el empleo nacional representa un reto para el país para el 2023 debido a las coyunturas internacionales (mencionados anteriormente) y a los problemas estructurales nacionales, ya que el país, de acuerdo con el Banco de la República y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), se encuentra en una situación particular por existir muchos puestos de trabajo disponibles y alto desempleo al mismo tiempo. En el informe de la ANIF, también se dan resultados sobre el panorama pesimista de los empresarios en cuanto al empleo y a un aumento de la tasa de desempleo más alta para el 2023.
En cuanto a Riohacha, la alta tasa de desempleo es uno de los problemas más apremiantes, al igual que para el resto del país, ya que el nivel de desocupación no se ajusta al tamaño y a la composición de la economía territorial, excediendo dicha tasa niveles críticos, siendo como se ya se mencionó la segunda más alta de las siete capitales de la región caribe y la séptima más alta del total de 32 ciudades y área metropolitana. De hecho, esta alta tasa repercute en la reducción de la demanda agregada, porque en la medida en que los ingresos de la población disminuyen, baja la capacidad de compra de las personas, aumenta los niveles de pobreza, debido a que una parte de la población económicamente activa no recibe ingresos y, además, dependiendo del nivel de desempleo y de su duración, la desocupación se puede convertir no solo en un problema social, sino también de salud pública.
Por lo anterior, es importante resolver los problemas estructurales y generar estrategias de fortalecimiento para el crecimiento de la región para la generación de empleo en torno a la dinámica y tendencia de desarrollo. También es primordial priorizar en el departamento de La Guajira los sectores claves para el desarrollo de la región además del carbón como el sector comercio, el turismo y el agro y, tener en cuenta el fortalecimiento entorno a la sostenibilidad, la industrialización, la transformación digital con los compromisos de los sectores públicos y privados.
