El fin de la pobreza es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el mundo para el 2030. Las causas de la pobreza son de carácter estructural entre ellas el desempleo, la exclusión social y la vulnerabilidad a desastres, enfermedades, entre otros. En Colombia, en la pobreza influyen factores como la educación, el manejo político de los recursos naturales, la inequidad, y el conflicto armado. Además, la pobreza se relaciona directamente con el desempleo, la inflación y el nivel educativo. Sin embargo, el aumento de la tasa de cambio, del PIB per cápita y del salario mínimo la disminuyen. En La Guajira, en los últimos años no sólo ha influido la pandemia de COVID-19 y la inflación sino también la informalidad, el nivel educativo, la gestión política de los recursos y el acceso a servicios básicos (el agua potable y el saneamiento básico principalmente).
Así mismo, el crecimiento económico y la adecuada distribución de los recursos son claves para reducir tanto la pobreza como la desigualdad. Conocer los causales y variables condicionantes para la pobreza es importante, por lo que el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), mide las condiciones de pobreza de los hogares teniendo en cuenta 15 indicadores que abarcan 5 dimensiones: condiciones educativas, de la niñez y juventud, de la vivienda y acceso a servicios públicos, la salud y el trabajo.
En Colombia 971 mil personas salieron de la condición de pobreza en el 2022, con respecto al 2020. En contraste 6,6 millones de personas se encuentran en condición de pobreza. Según el DANE, el IPM para el 2022 fue del 12,9%, la más baja cifra en los últimos 2 años, disminuyendo así, 3,1 puntos básicos significativamente. Existe una clara diferencia de lo rural frente a lo urbano en las condiciones de vida, ya que la condición de pobreza de los centros poblados y rural disperso (27,3%) es 3,1 veces más grande que en la cabecera municipal (8,7%). En La Guajira, en el 2022 el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional fue mayor al 30% con el 42,9% (disminuyó 5,8 puntos porcentuales respecto al año anterior), siendo el cuarto departamento con mayor incidencia de pobreza y la más alta en la región caribe. También, el informe publicado arrojó que los centros poblados tienen una brecha de 44,3 puntos porcentuales con respecto a las cabeceras municipales.
Por otro lado, aunque el indicador de desempleo fue uno de los más bajos del país según el indicador, el de trabajo informal fue mayor al 90%. Según el índice, los mayores rezagos del departamento de La Guajira frente a los demás del país, son en cuanto a: niveles de analfabetismo (23,2%), barreras a servicios de cuidado para la primera infancia (11,1%), hogares sin aseguramiento en salud (13,8%), hogares con material inadecuado para pisos (38,1%), porcentaje de hogares con inadecuada eliminación de excretas (47,4%), hogares sin acceso a agua mejorada (43%) y hacinamiento crítico (23,5%).
Es imprescindible mejorar las condiciones de vida de los hogares del departamento de La Guajira, impulsando el desarrollo de políticas públicas para la generación de empleo formal, para el acceso al crédito y fondos de capital semilla a las Mipymes para incrementar la movilidad empresarial, para mejorar el acceso a la conectividad y al agua potable y saneamiento básico (principalmente en fomentar la inversión de infraestructura portuaria, aérea y vial (principalmente, las terciarias que conectan las zonas rurales y urbanas).
También, es necesario implementar medidas para mejorar la calidad educativa en pro de disminuir el analfabetismo, el rezago escolar y el trabajo infantil por parte de la academia y los entes gubernamentales territoriales. Además, enfocar políticas públicas en energías alternativas, turismo y producción agrícola sostenible, no solo para la diversificación comercial sino también para impulsar el desarrollo social y sostenible del territorio guajiro.